Sus propiedades son conocidas entre los pastores, para combatir la roña en los ovicápridos y para fortificar los cascos y pezuñas de los animales. Se desaconseja su uso interno debido a su toxicidad.
Existen distintos tipos de hornos o de estructuras de combustión para este fín, desde hornos complejos hasta simples hornos con vasijas, pero si algun tipo ha marcado el paisaje rural, sobretodo en la zona de Peñagolosa, es el horno tallado en piedra (existe un inventario de estos forns de ginebre de F.Gusi en Castellón). La destilación se efectuaba sobre la roca. En ella se tallaba una estructura arboriforme o ramiforme, a modo de petroglifo, cuyas lineas convergen hacia el lado de la pendiente, para acabar a través de una canaleta, también excavada en la roca, a una cubeta de recogida o un simple pozal. Sobre la marca arboriforme se disponía la tea del enebro cortada, en especial las más rojizas, y se cubría con arcilla, alrededor de la cúpula de barro se quemaba leña y al alcanzar la temperatura idónea la brea del enebro empezaba a fluir en dirección a la canaleta. Primero sale agua y después fluye el aceite de miera.
